CUANDO CHRIS MINNIEAR, Cubmaster del Pack 998 en Mason, Ohio, estaba sustituyendo al líder del den de los Tiger Cubs de su hijo, intentó un truco sencillo: Jugar a las Kōnane (damas hawaianas). Los tableros de tela que hicieron los muchachos usaban gemas de vidrio aplanadas como piezas del juego. Las cosas salieron bien hasta cerca del final de la reunión del den, cuando un par de gemelos comenzaron a arrojar las gemas de cristal. “Conseguir controlar aquello fue divertido”, dice él.
Por suerte, el incidente ocurrió al final de la reunión. Cuando llegó a su casa, Minniear se dio cuenta que los gemelos habían logrado romper cada una de las piezas del juego. Incidentes como éste enseñaron a Minniear lo fácil que el caos controlado de una reunión del den puede convertirse en una anarquía incontrolada.
¿Cómo se puede evitar que eso suceda en su den? Aquí hay algunos consejos de Minniear y Caren Tamkin, una veterana Scouter de San Diego que ayudó a facilitar la conferencia Estrictamente para Cub Scouters en el Centro de Capacitación Philmont este verano.
Conozca a sus niños
El primer paso, dice Tamkin, es conocer a sus Scouts. Aprenda lo que les gusta y lo que les hace perder el control. En caso de duda, pregúntele al padre o la madre. Tamkin dice que una vez ella tuvo un niño en su den que ella sospecha tenía trastorno de déficit de atención con hiperactividad, aunque no había sido diagnosticado. Para tener una idea de la personalidad energética de un niño, Tamkin le pidió a la madre del niño que asistiera a varias reuniones del den.
“Ella observó lo que él estaba haciendo”, dice Tamkin. “Ella no lo disciplinó ni nada, pero sí me dio algunos consejos para ayudarme”. Por ejemplo, el niño podía concentrarse mucho mejor cuando estaba mascando chicle o jugando con un lápiz, cosas que Tamkin no hubiera adivinado sin hablar con la madre.
Establezca algunas reglas
A principios del año de Scouting, establezca algunas reglas simples para el den (por ejemplo, no golpear, no salir de la sala de reuniones, no videojuegos). Póngalas en un cartel que usted muestre en cada reunión del den y menciónelas con frecuencia.
Muchos líderes de den involucran a sus Scouts en la creación de su propio código de conducta, lo cual funciona bien, especialmente con los niños mayores. “Me di cuenta que los Wolves veían todo el mundo tan blanco y negro que en realidad no eran capaces de idear un código de conducta que fuera lo suficientemente flojo como para llenar nuestros propósitos”, dice Tamkin. “Cuando llegaban a Webelos, entonces eran realmente buenos para idear un código de conducta para el den”.
Sea flexible
Por supuesto, las reglas no son suficientes para mantener a los niños en línea. Usted necesita un programa que mantenga su interés y que puede requerir bastante flexibilidad.
“Yo tengo habilidad para improvisar”, dice Minniear. Con ese fin, él siempre tiene un plan de emergencia que puede implementarse rápidamente.
Al mismo tiempo, él deja que las actividades duren bastante tiempo si los niños siguen interesados. “Yo no voy a parar lo que están haciendo si ellos obtienen algo de valor en el proceso”, dice él.
También ayuda recordar que el valor real de una actividad puede no ser evidente en la superficie. Una vez, Tamkin luchaba para que sus niños hicieran ramilletes para el banquete azul y oro del pack. En lugar de que los niños los hicieran en una reunión, ella tuvo que espaciar el trabajo a lo largo de varias reuniones. “Nos tomó más tiempo, y no eran tan perfectos como me hubiera gustado, pero ese no era el objetivo”, dice ella. “El objetivo era que todos los niños trabajaran juntos”.
Premie el buen comportamiento
Tamkin recomienda que los dens utilicen un frasco con canicas para recompensar el buen comportamiento del grupo. El concepto es muy simple: Consiga un frasco de un cuarto de galón y una bolsa de canicas. Al final de cada reunión del den, haga que los niños califiquen lo bien que siguieron el código de conducta del den. Ponga una o dos canicas en el frasco por cada regla que obedecieron. Cuando el frasco esté lleno, premie a los niños con copas de helado o tiempo para jugar.
Tamkin dice que la clave es hacer que el den califique su comportamiento como grupo, no señalando a un niño que se porta mal. Además, dice, “no me gusta la idea de sacar algo del frasco [por mal comportamiento]. No quiero llegar a la parte negativa”.
Algunos líderes de den prefieren utilizar en su lugar una “vela de conducta”, apagando la vela cada vez que los niños se portan mal y ofreciendo una recompensa cuando la vela se consume completamente. Tamkin prefiere el frasco de canicas porque muchos lugares de reunión prohíben las llamas abiertas. Además, dice ella, “cuando hice la prueba con la vela de conducta, ellos querían ver cuánto tiempo podían sostener su mano sobre la llama”.
Los frascos con canicas son más seguros, pero asegúrese de mantener el frasco bien tapado. Después de todo, las canicas pueden ser tan tentadoras como las piezas del juego Kōnane.
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