La autora Cynthia Tobias ofrece sus consejos para el manejo de niños obstinados, lecciones útiles tanto para los padres como para los líderes Scout.
CUANDO SU HIJO TENÍA 4 AÑOS, Cynthia Tobias sabía que ella estaba en problemas. Un día, Mike se negó a recoger sus juguetes y Tobias lo amenazó con regalárselos a otros niños. “¡Y qué, dáselos a otros niños!”. Gritó Mike.
Dándose cuenta de que ella estaba acorralada, Tobias hizo precisamente eso. Pero ella también aprendió a mantenerse alejada de posiciones inflexibles. De hecho, ella aprendió tanto que escribió un libro, “You Can’t Make Me (But I Can Be Persuaded)—No puedes obligarme (Pero puedes disuadirme)—, publicado por Waterbrook Press en 2012. Scouting habló con Tobias, que fue también una niña obstinada, acerca de la crianza de niños obstinados y cómo se aplican estas estrategias a los Scouts.
Scouting: ¿Es la obstinación algo bueno o algo malo?
Cynthia Tobias: Es un rasgo muy positivo. Puede sesgarse, que es la única manera en que puede llegar a ser perjudicial. Usted quiere que su hijo tenga una buena dosis de obstinación: que no se desanime fácilmente, que no se intimide fácilmente y que no lo conquiste la derrota. Es la manera en que se utiliza. Es un poco difícil a veces, en su forma cruda e inicial, hacer que se canalice o se guíe en la dirección correcta.
Scouting: La primera verdad fundamental que usted discute en el libro es que los niños obstinados no tienen problemas con la autoridad, sólo con la forma en que se comunica la autoridad. ¿Podría abundar en el tema?
C.T.: Cuando usted da la impresión de ser el gran jefe y dice: “Así es cómo lo vas a hacer, y punto, fin de la discusión”; en la mayoría de los casos, está condenado al fracaso. Si usted me escucha, y siento que entiende lo que estoy diciendo y que me está tomando en serio, entonces probablemente voy a cooperar con usted. Al final, incluso puede que yo lo haga a su manera.
Scouting: Eso nos lleva a la segunda verdad fundamental: Los padres necesitan compartir el control, pero no la autoridad. Eso parece una distinción muy sutil.
C.T.: Es un poco difícil a veces, pero es realmente algo crítico. No ceder en última instancia. No se pueden hacer concesiones sobre los estándares o la responsabilidad. Simplemente pregunte, “¿Qué crees que vamos a tener que hacer para motivarte a hacer esto?”. No está siendo un padre débil al decir: “Ésta es la meta. ¿Cómo vamos a llegar a ella?”.
Scouting: ¿Quieren los niños obstinados controlar la situación, o controlar a sus padres?
C.T.: Si soy un niño pequeño y me doy cuenta de cómo causarle desesperación, hacerlo es algo irresistible para mí. En cierto modo me preocupa tener tanto poder sobre usted, pero, ¡caramba, es divertido usarlo! Usted no quiere otorgar a sus hijos ese tipo de control sobre usted cediendo ante la ira y los gritos.
Scouting: Su tercera verdad fundamental es que la calidad de la relación determina la eficacia de su función como padre o madre. Hable acerca de eso.
C.T.: Se trata de la relación, de tener una que el niño obstinado tenga interés en querer preservar. Vamos a cooperar mucho más y estamos mucho más dispuestos a hacer lo correcto cuando sabemos que cree en nosotros y sabemos que nos valora. Creo que eso hace toda la diferencia en el mundo. Mi papá ejercía una autoridad sólida conmigo, pero teníamos una relación muy saludable que yo quería conservar. Yo estaba dispuesta a trabajar con él y él estaba dispuesto a retroceder un poco, y todo nos salió bien.
Scouting: Una gran parte de las relaciones sólidas entre los adultos es la honestidad. ¿Qué conexión tiene eso con la relación de un padre con un niño obstinado?
C.T.: La transparencia es realmente valiosa, especialmente con los niños obstinados de más edad. No hay nada malo en decirle a su adolescente obstinado: “Necesito otro intento, necesito otra oportunidad. No voy a disculparme por lo que te estoy pidiendo que hagas, pero creo que voy a tener que retroceder un poco y cambiar la manera en que acabo de pedirte que lo hagas”.
Scouting: ¿Cómo puede usted ofrecer otra oportunidad a un niño obstinado?
C.T.: Si hago algo indignante y usted dice: “Buen intento, pero no”, y me sonríe, entonces tengo una pequeña escalera de escape. Usted me ha proporcionado una manera de dar marcha atrás sin humillaciones en lugar de apuntar su dedo huesudo hacia mí sin darme otra opción. Yo quiero dar marcha atrás con dignidad.
Scouting: Su libro trata sobre la crianza de niños obstinados, pero ¿no funcionarían también casi todas las técnicas con los niños más obedientes?
C.T.: Esto funciona con todos los niños, pero es crítico para tratar con el niño obstinado. Mi hijo más obediente responde bien a todas estas cosas, pero si no uso estas cosas, todavía puedo obtener buenos resultados, a veces. Con mi hijo obstinado, esto se vuelve crítico.
Scouting: ¿Qué mensaje le daría a los líderes Scout que trabajan con los hijos obstinados de otras personas?
C.T.: Los adultos que no se dan por vencidos en cuanto a nosotros harán toda la diferencia para nosotros y en la manera como cambiemos y qué haremos con nuestra obstinación. Vamos a cambiar el mundo, de una manera u otra. Mientras más influencia ejerzan ustedes en la dirección que tomemos, más podrán ustedes afectar realmente el mundo entero.
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