Cómo reducir su velocidad en una pista de esquiar empinada

Usted está en la ladera de una montaña para pasar un día esquiando. De repente, se encuentra bajando a toda velocidad y fuera de control por una pista empinada que es para expertos. ¿Qué debe hacer? Survive This Downhill Skiing

SITUACIÓN DE EMERGENCIA 
Usted está en la ladera de una montaña para pasar un día esquiando con sus Venturers. De repente, usted toma un giro equivocado y se encuentra bajando a toda velocidad y fuera de control por una pista empinada que es para expertos. Y usted no lo es. Usted necesita recuperar el control, rápido. ¿Qué debe hacer? 

LA SOLUCIÓN 
Su primera reacción debe ser resistir su primer instinto, que será estirar los brazos y agarrarse de algo—un árbol, el suelo, otro esquiador inocente—para reducir su velocidad. 

Cuando usted está deslizándose a altas velocidades en esquís—30 millas por hora o más es muy común—corre el riesgo de romperse o dislocarse un brazo, una muñeca o una clavícula si intenta frenar su impulso de esa manera. Peor aún, su casco (está usando uno, por supuesto) no está diseñado para proteger eficazmente su cabeza de colisiones a tales velocidades. Por lo tanto, una parada repentina es peligrosa. 

Pero espere, aún hay más. Asumiendo que ha ajustado debidamente sus fijaciones, sus botas están diseñadas para soltarse de los esquís cuando usted hace un movimiento de torsión repentino con su pie. Esto es fantástico para proteger sus rodillas y tobillos de una lesión mayor, pero también significa que cualquier movimiento brusco puede hacer que usted baje la colina dando tumbos y sin esquís y, por lo tanto, sin una manera efectiva de detenerse. En un terreno escarpado, esto puede llevar a una lesión catastrófica. 

La solución a este problema se puede resumir en tres palabras: Use la montaña. La mejor manera de perder velocidad es comenzar a dar vueltas largas perpendiculares a la colina. Es decir, las puntas de sus esquís no deben apuntar hacia la base de la colina. A medida que esquía a lo ancho de la pista, mantenga sus brazos hacia delante, sus rodillas flexionadas y sus pies juntos mientras desplaza el peso de su cuerpo hacia el esquí que está cuesta arriba, presionando su borde superior contra la montaña. También puede arrastrar los bastones para perder velocidad, pero no los plante en la nieve porque se arriesga a desgarrarse el pulgar y la muñeca. 

Si usted se cae—y se caerá, aunque sólo sea por el agotamiento—caiga de una manera que minimice las lesiones. A medida que se desliza, mantenga las rodillas dobladas y mueva sus piernas de manera que estén debajo de usted a medida que caiga. Asegúrese de haberse detenido completamente antes de intentar ponerse de pie. Levantarse antes de tiempo puede resultar en lesiones graves al LCA (Ligamento cruzado anterior). 

Para acabar con un mito: Estadísticamente hablando, los snowboarders no son más peligrosos que los esquiadores. De hecho, es todo lo contrario. En investigaciones realizadas por el Dr. Jasper Shealy, profesor emérito del Instituto de Tecnología de Rochester, quien ha estudiado lesiones relacionadas con los esquís por más de 30 años, encontró que los esquiadores tienen tres veces más probabilidades de estar involucrados en colisiones con otras personas que los snowboarders. Esto se debe principalmente a que los snowboarders tienden a detenerse mientras que los esquiadores tienden a deslizarse montaña abajo. 

Por supuesto, si usted quiere realmente ir a lo seguro, siempre tiene el chocolate caliente junto a la chimenea. 

Manténgase vigilante 
No hay nada peor que un esquiador fuera de control, a excepción de un esquiador fuera de control que baja por la montaña a toda velocidad hacia usted. Así es que siempre esté al tanto de lo que sucede en la pista más arriba de usted. Es mucho más fácil maniobrar para esquivar a un misil sobre esquís viajando a 30 mph que para aquella alma desafortunada evitar el encuentro con usted. Y usted podrá alertar a la patrulla de esquí y ofrecer ayuda si fuera necesario. 

Además, unos pocos minutos en una tienda de esquí antes de subir a las pistas puede ayudar mucho a evitar lesiones. Un técnico experimentado revisará sus botas para un ajuste adecuado y sus fijaciones para que estén correctamente ajustadas. Ambos ajustes pueden ayudar a evitar lesiones.


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